lunes, 27 de noviembre de 2017

Los Nibelungos 1966

Cine de verdad, del que se hacía antes de mediados de los 90. Una época donde no reinaban los grandes medios ni los grandes efectos especiales generados por ordenador, y que a pesar de ello dieron origen a grandes clásicos del genero histórico, terror, o simplemente fantasía que nunca se han repetido hasta nuestros días.

Esta es una gran película clásica cuya historia seguramente todos conoceréis, me refiero a los Nibelungos. Evidentemente No me refiero a la adaptación cutre que hicieron hace algunos años bajo el titulo: el reino del anillo. Sino a la película de 1966 dirigida por Harald Reinl.  Una producción Alemana que contó con la colaboración de Yugoslavia y que rodó algunas secuencias en España. Si, como suena. Sorprende ver al Héroe germánico Sigfrido cabalgando en su blanco caballo en busca del Dragón Fatner por medio de la ciudad encantada de Cuenca, pero así es.


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La película es extraordinaria, visualmente magistral. Todo amante del mundo Wagner la encontrará sublime, ya que básicamente se inspira en la idealización del mundo germánico creada por este compositor y el romanticismo alemán. Históricamente no tiene ni pies ni cabeza, ya que en la época en la que se narran los acontecimientos, es decir, con la llegada de Atila el huno a Europa. Las poblaciones germánicas estaban notablemente influenciadas por el mundo tardo antiguo de roma, sin olvidar su esencia "barbara".

Dejando ese aspecto de lado, la película narra la muerte de Sigfrido, prosiguiendo en una segunda parte del mismo director, llamada la venganza de Krinhilda (película también extremadamente recomendable). Es por tanto punto por punto la leyenda de Sigfrido tras la muerte del dragón Fatner y como tras rechazar a la walkiria hija de Wotan, Brunhilda, es asesinado por Hagen.

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Un dato curioso, aparte del de cuenca, es ver al actor italiano Terence Hil. Conocido en los años 80 entre los niños por ser la pareja de aventuras de otro grande, Bud Spencer. Interpretando esta vez en la aventura a un hermano de Gunter.

Como ya digo la película tiene la fuerza visual de los grandes momentos del cine. Resulta casi imposible de verla hoy comparándola con el cine contemporáneo, tan politizado en su correción política que lp han desnaturalizado matando su frescura.

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Es importante no confundir esta saga de los Nibelungos con la anterior, de 1924 dirigida por Frizt Lang, también muy buena, pero no tiene nada que ver, aun cuando la historia es la misma. Ambas películas podrían considerarse predecesoras del cine de espada y brujería que llegaría en los 70, y especialmente en los 80. Yo no lo llamaría así, ya que en realidad en este caso son historias reales sacadas del folklore cultural germánico y por ende Europeo. No olvidemos que los visigodos tienen su propio "cantar de los Nibelungos" en el Cantar de Waltario y Hildegunda, que según algunos autores en la edad media castellana correspondía con el de Gaiferos y Melisenda. 

Con ello quiero decir, que en parte el mito del cuento esta introducido en la simiente de la tradición europea desde sus orígenes con diferentes nombres y diferentes contextos según la época. Por ello no lo consideraría una película de espada y brujería. Pero sin duda si te gusta el cine antiguo (por tanto tienes buen gusto), y te gustaron esas películas de aventuras y bárbaros, o de bárbaros y romanos (como la caída del imperio o Ben Hur) esta te gustará sin duda alguna. Si te gusta además Wagner, disfrutaras como un enano, ya que verla es como visualizar las operas del autor alemán.

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