miércoles, 8 de noviembre de 2017

Las garras de Lorelei, 1974. Spanish Horror

Solo en la magnifica era de los años 70 y 80 se podía crear una película como las Garras de Loreli. Una película dirigida por el genio del fanta terror español Amando Ossorio, donde se narra una historia sorprendente que mezcla leyendas paganas con terror convencional de aquellos años.

La psinopsis de la película es simplemente impresionante. En un lago del Rin comienzan a ocurrir una serie de muertes. Los lugareños culpan a una alimaña de los bosques, lobos, osos. quizás algo mas. Un ciego cuenta entonces en una taberna la leyenda de Loreri. Una sirena que custodia el oro del Rin (ahí es nada) y que ha despertado de su letargo. 


A partir de ese momento se desencadena una serie de acontecimientos en el lugar con varias muertes producidas por una criatura monstruosa. Un cazador llega a la zona para dar muerte al "monstruo", y termina enamorándose de una extraña mujer que vive en el interior del Rin. La mujer termina siendo hija de Wotan, (como suena), y custodiar el anillo de los Nibelungos (como sigue sonando). Pretendiendo casarse con su amado cazador y reinar en el Walhalla (impresionante ¿eh?). 

A estas alturas ya todos supondréis que la sirena es Loreri, que a su vez es la hija de Wotan, la dueña del tesoro de los Nibelungos, y la aspirante a reinar en el Walhalla. Eso si, cuando deje de tener la necesidad de comer corazones humanos las noches de luna llena, momento en el que por una maldición se transforma en la sirena horripilante.



Cuando digo que hoy en día sería imposible emular películas como estas, es precisamente por esto. Un guión fascinante a la vez que absolutamente freak, y casi "cómico" visto desde hoy, que oculta una película interesante de un director de cine imprescindible en el mundo del fanta terror o el spanish horror. La creatividad y la inocencia de aquellos años hacen que todo ese cine sea irrepetible en el presente, y por eso es realmente fascinante, a mi me lo parece, sin contar que viví esa época y me trae gratos recuerdos. 

Los ambientes creados, los lugares 100% hispánicos de las películas, aun cuando pretenden aparentar haber sido rodadas en Transilvania, Hungría o Alemania, y en general toda la fuerza visual basada en ambientes oscuros y oníricos, hacen de esa época del cine de terror una etapa única que no volverá. 

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