domingo, 5 de noviembre de 2017

Dragón del lago de fuego 1981

Creo que yo rondaría los 5 o 6 años cuando vi por primera vez esta película, no recuerdo con exactitud, pero era realmente un niño. Fue esta una de las muchas películas que me llegarían con el paso de los años, y que influenciaron notablemente en mi, marcando un antes y un después en mis gustos o tendencias artísticas. Despertando una fascinación por todo lo mitológico y ancestral relacionado con las culturas europeas que mantendría hasta el día de hoy, y que fue una parte fundamental a la hora de dar vida a mi proyecto musical primigenio de Nazgul
Como otras muchas películas de los años 80, el Dragón del lago de fuego llegó a mi en un formato de vídeo ya desaparecido, que fue introducido por la marca Sony en el año 1975. Un sistema arcaico a los ojos del hoy, pero que en su tiempo supuso un adelanto notable, y toda una moda para la sociedad española. Era raro que no hubiera familia de aquella época que no tuviera un vídeo en el salón de su casa para ver durante la sobremesa, o tarde de los sábados las películas alquiladas en los videoclubes de barrio.. que tiempos.

El Dragón del lago de fuego, por cierto producida por Walt Disney, tenía ese ambiente oscuro, mitológico y extraño con una admosfera cargada de nieblas y ambientes oníricos, que le daban un toque especial. Un ambiente imposible de conseguir hoy con toda la tecnología de la que se posee. La trama no era muy elaborada, Ee un reino ficticio llamado Urland situado en algún momento imaginario de la Europa del siglo VI, justo después de la caída del Imperio romano de Occidente, un viejo y pérfido dragón de más de 400 años de edad, llamado Vermithrax Pejorative,​ asola las cosechas. Para obtener un semblante de paz y la supervivencia del reino, el rey de Urland, Casiodorus Rex, accede a que se sortee regularmente una de las doncellas del reino con el objeto de ser entregada a Vermithrax y de este modo calmar la voracidad de la bestia.

El herrero Simon  hace que su hija se haga pasar por un chico, vistiéndola como tal y haciéndole tomar el nombre de pila masculino de Valerian  todo ello para evitar que la muchacha entre en los sorteos y así protegerla de morir devorada por Vermithrax. Pero Valerian acaba por decidir que hay que romper con la política de sumisión del rey, y parte junto con unos cuantos de sus compañeros con la firme intención de encontrar al mago Ulrich de Craggenmoor, supuestamente capaz de matar al dragón. Ulrich vive en un castillo junto a su viejo sirviente Hodge (Sydney Bromley) y con su joven aprendiz Galen Bradwarden. Valerian encuentra a Ulrich y consigue convencerle, pero el mago muere asesinado cuando apenas empezaba a prepararse para emprender el viaje y el joven Galen Bradwarden, que todavía aspira a convertirse en mago, se encuentra solo frente a la misión de matar al dragón.

Es ahí donde empieza una aventura que termina con el combate final entre el aprendiz de mago y el Dragón Vermithrax.
En resumidas cuentas recomiendo esta película a todo el mundo que tenga un gusto especial por la fantasía, y que recuerde con cierta nostalgia la década de los años 80. Disfrutará como un enano recordando aquellos años al visualizar la película. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario