Hace poco dediqué una entrada en este blog a una de las pocas películas que conservo en formato VHS. Como todos ya sabréis, el VHS era un formato de video que precedió al DVD. Tristemente con el paso de los años y al aparecer nuevos formatos que ocupaban menos espacio físico en las estanterías de mi casa, empecé una “purga” de películas sustituyéndolas en la medida de lo posible por su equivalente en DVD.
Fue un terrible error, ya que a día de hoy me arrepiento de no haber conservado gran cantidad de películas que tenía en ese viejo formato, como la Saga de los Dracula por ejemplo. Película que hasta día de hoy no he encontrado en DVD.
No obstante y como ya he comentado anteriormente, me quedé con dos películas VHS que aun mantengo. Una de ellas es El Señor de los Anillos de Ralph Bakshi. Película que ví por primera vez en los años 80, y que a principios de los 90 tuve la oportunidad de comprar en un videoclub de Gijón.
La otra es una gran película, infravalorada o no tomada muy en serio a mi modo de ver. Se trata de Torok el Troll. De ella hablaré más adelante, ya que pienso merece una mención especial, ahora me centraré en el Señor de los anillos.
Para muchos de los que hemos crecido y vivido esa generación, el señor de los anillos de Bakshi es la única e indiscutible versión cinematográfica del mundo de Tolkien. Con todos los fallos, errores y pocos medios que e quiera, pero es la autentica y única.
No solo es bastante más fiel al libro que las de Jacksson, sino que además los personajes tienen una personalidad más acorde con los libros de Tolkien. Sin ir más lejos, Gimli es tratado con respeto, y no ofrece una raíz cómica simpaticona como en las películas de Jacksson.
En general la película es épica, gloriosa, pero con testosterona. No cae en lo cursi sentimentaloide con tufillo homosexual que sí tienen los personajes de Jacksson. Los cuales son tan tan tan buenos, santos y puros que parecen irreales y afeminados. En la película de Bakshi, la épica es heroica y no sentimental. La amistad entre Frodo y Sam es una amistad de compañeros semejante a siervo y señor sin cursiladas.
La banda sonora es simplemente impresionante, y altamente recomendable su escucha. La marcha musical de los orcos de Isengard contra el rey Theoden es sublime, con un toque épico oscuro que sirve para empatizar con la situación que se avecina.
Por todas estas razones, y especialmente por ser un clásico que guardo en mi memoria con gran nostalgia. El señor de los anillos de Bakshi es una película que guardo con gran cariño en dos formatos, VHS y DVD. Y no tengáis la más mínima duda que la compraría en betamax o cualquier otro formado que llegara a mi mano. Esta es la autentica, este es el clásico, esta es la histórica, esta es la de verdad.