No hace falta que a estas alturas asegure que Tolkien, mas bien los mundos de Tolkien, han influenciado notablemente en mi. Posiblemente mi primer contacto con los mundos de la tierra media llegara a raíz de un programa para niños de corte cultural. En el que se trataba semanalmente un libro diferente sobre el que se realizaban preguntas a los concursantes.
En una ocasión tocó el Hobbit, y aun cuando yo no era mas que un niño de mierda que no pasaría los 10 años de edad, ese mundo y magia me atrapó por los siglos de los siglos. Al día siguiente corrí (mas bien mis padres) a comprar el libro en una vieja librería próxima al colegio donde estudiaba. La cual aun existe por cierto.
Desde ese momento me adentré en los mundos de la tierra media durante gran parte de mi adolescencia. Fue precisamente así como llegué a mediados de la década de los años 80 a los juegos de rol. Y precisamente descubrí el señor de los anillos rol play, la primera edición de JOC. Un libro hoy descatalogado que ha sido y posiblemente aun sea, uno de los grandes clásicos "padres" de la era dorada del rol de mesa en España.
La de horas y días que hemos pasado sentados en una mesa jugando e ideando aventuras los compañeros del barrio, entre los cuales por cierto se encontraba Morgoth. Fines de semana eternos que comenzaban la tarde del viernes al salir del colegio, y concluían la tarde del Domingo con las primeras sombras de la noche. Jugábamos fines de semana enteros en los que literalmente éramos secuestrados por los mundos en los que nos adentrábamos.
A día de hoy, y aun cuando el tiempo no ha sido nada compasivo con él, he de decir que el libro del juego de rol del Señor de los anillos de JOC es uno de los que mas aprecio, y cariño tengo. Me hubiera gustado que mis descendientes jugaran y retomaran esta sana tradición, pero no ha podido ser, y la tecnología ha matado en parte a los niños de hoy. Quienes lejos de intentar profundizar y crear sus propias aventuras, prefieren aquellas que ya están diseñadas en juegos de consolas o Pc's.
Es muy triste, pero seguramente los libros sean ya cosa del pasado que terminen por desaparecer o ser tratados como verdaderos elementos arqueológicos. Quizás para la generación de los críos de ahora aun no, pero veremos en un par de generaciones mas. Ya no se lee, no se tiene tiempo para ello, y estamos creando una generación con poco espíritu de esfuerzo.
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