jueves, 1 de junio de 2017

El anillo rúnico de Pietroassa... Odal, magia y la gran aventura de los godos.

En el centro de la foto se encuentra el anillo de oro de Pietroassa. Fue encontrado en Rumanía en 1837 con numerosos utensilios de oro, el todo formaba un tesoro de oro de 20kg. Este tesoro fue fechado entre el año 250 y el 400 de nuestra era y perteneciente al pueblo germánico de los Godos. La datación confirmó que este tesoro fue testigo directo de la "Völkerwanderung" o migración de los pueblos, que solemos llamar invasiones bárbaras. El tesoro de Rumanía había pertenecido a los Godos cuando estaban en plena migración hacia el Sur de Europa. Los Godos eran oriundos de la isla escandinava de Gotland y conocieron a lo largo de los siglos unas impresionantes migraciones a través de toda Europa. Del Norte europeo pasando por los Balcanes y las estepas de la actual Rusia, Italia y el Sur de Francia, hasta lo más profundo de España, los Godos han dejado innumerables huellas en la historia. Es un momento dramático en Europa, tanto para los invasores germanos como para los autóctonos invadidos. Los Germanos se han visto obligados a dejar sus patrias originales en busca de nuevas tierras donde rehacer sus vidas, las razones de estas migraciones masivas eran a menudo terribles hambrunas, guerras, o sobrepoblación y a veces las tres cosas a la vez. Los dramas que han generado estos movimientos masivos han aportado también fantásticas gestas heroicas, altos hechos de armas que han dejado una huella permanente en la historia de esta Europa en plena mutación, una época que reencuentra los valores arquetipicos heredados de los Indoeuropeos. La obra “Historia de los Godos” escrita por Jordanés en el 550 de nuestra era es una ineludible referencia para mejor entender algunos aspectos de la historia de este pueblo germánico.
El tesoro de los Godos, que estudiamos aquí, fue seguramente un botín obtenido a lo largo de las numerosas guerras que hicieron los Germanos. Los especialistas piensan que podría tratarse de un botín tomado a los Romanos en sus provincias de Tracia. Los Godos estaban en aquella época en conflicto casi constante con los Romanos, sobre todo en las fronteras orientales del imperio de estos. Los Romanos prometieron varias veces a los Godos dejarles tierras para que pudieran instalarse, estas promesas nunca fueron cumplidas y la traición fue la táctica romana contra los Godos. Todo esto engendró conflictos sin fin entre Romanos y Godos, lo que acabó con la caída definitiva de Roma y la entrada de los Godos en la ciudad eterna. Tras la victoria de los Germanos sobre Roma, los Godos hubiesen podido instalarse de forma durable, pero nada de eso fue, y continuaron su periplo hacia otras tierras. Roma, en cambio, nunca se recuperó, así que de esta forma murió una civilización que tantos siglos había durado en la historia.
Pero volvamos a nuestro tesoro de Rumania. Los arqueólogos se han preguntado por qué este oro había sido depositado por los Godos en este lugar. Ninguna respuesta definitiva existe, por falta de pruebas, pero muchos indicios dan a pensar que podríamos estar antes una ofrenda a los Dioses. El oro habría sido sacrificado al Dios tutelar Godo llamado Gautr, que es el nombre gótico de Wōdanaz (Óðin). Los arqueólogos como Odobescu (1889) y Giurascu (1976) piensan que este tesoro pudo pertenecer al rey pagano Godo Athanaric y que fue obtenido tras pasar un acuerdo pasajero con los Romanos. ¿Pero que nos permite decir que perteneció a los Godos? Pues es nuestro anillo en cuestión que nos da la respuesta, ya que su inscripción rúnica está en lengua gótica. Además el uso mágico de la runa Othala (Oþal) nos confirma que estamos frente a una inscripción pagana. Veamos lo que dice esta inscripción.

Transcripción:gutaniowi hailagLectura corregida: Gutani O wi hailag
Traducción: 
De los Godos el Oþal consagrado.
De los Godos el Oþal santuario sagrado.
Hathuwolf Harson
Traducción: Daniel Gonnard

gutanī ō[þal] wī[h] hailag

Esta inscripción podría leerse de la siguiente manera: La herencia sacrosanta de los Godos. Ya que como lo hemos visto para el simbolismo de la runa Oðal (ver enlace en francés al final) uno de sus sentidos ocultos es el de la « propiedad heredada ». ¿Qué hay de mágico en esta runa Oðal? Pues que en este contexto ha sido empleada por su valor simbólico y no por su fonética, es lo que hace toda la diferencia. El que grabó estas runas conocía bien sus usos, esta inscripción lo demuestra. El valor oculto de esta runa demuestra que el autor buscaba no solo identificar como dueño a los Godos, sino también a ligarla de forma ritual, a su pueblo a través de un lazo mágico.


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