Cerda de donde vivo hay un robledal, el cual como todos los años llegando el Otoño, pierde sus hojas y deja el manto del suelo verde cubierto de colores marrones. Adoro caminar y pasar las tardes en este lugar con la llegada de esta época del año. Personalmente encuentro el entorno muy próximo a las leyendas de Becquer. Por supuesto esto es subjetivo, pero a mi, ver llegar la noche tras la caída de la tarde, entre las ramas de los arboles ya sin hojas... No se, me trae a la memoria cuentos y leyendas hispanas del escritor Gustavo Adolfo Becquer.
Supongo en parte, porque como escritor español, fueron los paisajes de España, y de Castilla, los que le inspiraron. Y porque su obra preferida para mi, El monte de las animas, ocurre precisamente en Noviembre, en la noche de los difuntos, a tan solo unos días de la llegada oficial del otoño.
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