viernes, 1 de noviembre de 2024

De las tradiciones del día de los Difuntos, al Halloween hipster globalista

No hace tanto tiempo, en España, antes de la llegada de la festividad de Halloween fruto de la globalización cultural norte americana en la que vivimos. Se celebraba la noche de Difuntos, o noche de las animas. Yo que ya voy cabalgando con paso firme en mi vida pasando el medio siglo, recuerdo perfectamente muchas tradiciones familiares y sociales que reinaban estas fechas durante los años 70 y 80. 

Era un tiempo religioso, en el que las familias acudían a los cementerios para rendir recuerdo y honores a los difuntos. Abuelos, bisabuelos, o familiares cercanos que ya no estaban con nosotros. Todos eran visitados en sus tumbas, las cuales eran adornadas con flores frescas y cantos. En las televisiones y colegios, se dedicaba tiempo para tratar la fiesta desde un punto de vista cultural, siendo frecuente la emisión de películas clásicas españolas como Don Juan Tenorio. Obra escrita por José Zorilla en el año 1844, que nos habla grosso modo, de un romance y drama fantasioso espectral, en el que un vividor del renacimiento español llamado Don Juan, alguien terriblemente pendenciero y villano con las mujeres, termina cometiendo un asesinato enamorándose locamente de Doña Inés. Viéndose al final de la obra, como Don Juan es atormentado por los fantasmas de Don Luis y Don Gonzalo, quienes regresan de entre los muertos para rendirle cuentas y arrastrarle al infierno por su vida libertina y despendolada. Curiosamente es el amor a Doña Inés, lo que finalmente consigue salvar el alma del personaje de las llamas eternas que el diablo le tenía preparadas.

Una de las frases mas famosas de la obra, dice así: Llamé a las puertas del cielo buscando respuestas, y sus puertas me cerró. Mas si sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra, responda por tanto el cielo y no yo. Auto disculpándose con ello el personaje así mismo, de sus acciones malvadas y pendencieras en el mundo. Lanzando con ello la culpa a Dios y al cielo de su vida degradada dominada por vicios y deshonores. 

Igualmente la proximidad de noche de difuntos, era un tiempo en el que en los colegios solíamos leer la leyenda de Becquer de El monte de las animas. Escrita en el año 1861 en Sevilla, y la cual nos narraba como en la noche de todos los santos, en la región de Soria, a las faldas del monte Moncayo, en la capilla de los Templarios, los esqueletos descarnados de estos y de otros nobles medievales de la ciudad, regresaban a la vida para cazar las almas de los incautos que se atrevían a salir solos por los bosques cercanos.

Contándonos la leyenda, como el protagonista del cuento, el joven Alonso, victima de la malicia caprichosa de su prima Beatriz, sale una noche de difuntos a media noche, para adentrarse en los bosques malditos de los que ya nunca regresará. Concluyendo la narración con la imagen de la muchacha muerta de miedo en su habitación al despuntar el día. Y cuya alma sería maldita por la eternidad, recorriendo junto a los caballeros templarios muertos, los bosques y las ruinas de la capilla de los templarios, mientras estos la persiguen y la torturan por los siglos de los siglos cada noche de Animas. 

La propia parte final de la leyenda es aterradora, y por ello fue usada por Uruk hai para acompañar las paginas del libreto del MCD "in the side of eternal eclipse", donde igualmente incluíamos una canción basada en la leyenda de Becquer, que tenía por título, "El monte de las animas". 

Por otro lado, dicha leyenda también sirvió al director de cine Amando de Osorio, para escribir sus guiones de la saga "la noche del terror ciego". Cuatro películas en las que se nos cuenta, como los zombis malditos de los templarios satánicos, regresaban a la vida todas las noches de difuntos para atormentar a los vivos. Basándose el director español una vez más, en la imagen descrita en la leyenda de Becquer, para recrear a sus templarios zombis esqueléticos. Sin duda alguna, hoy películas como la noche de los muertos sin ojos, serían consideradas folk Horror

El monte de las animas es una leyenda que ahonda su folklore en otra tradición mucho mas antigua y ancestral. Un mito anterior al cristianismo, y que posiblemente introdujeron los visigodos en Hispania a lo largo del siglo V. Se trata de la mesnada de Wotan, o la jauría salvaje. Una creencia contextualizada en la cercanía de la noche de Walpurgis. Tiempo en el que el dios nórdico Wotan, salía del Walhalla junto a cientos de sus guerreros para cazar seres humanos. Según folkloristas y antropólogos, esa sería la base sobre la que cientos de años después se cimentaría creencias como la Santa Compaña en Galicia. o la Estantigua en Castilla... nombre curioso este último, que parece aludir al concepto de Hueste Antigua, es decir.. el ejercito antiguo.

Y es que realmente existen en la Castilla medieval leyendas que hacen referencia a un ejercito de fantasmas que regresan a la vida. Una de las más populares y épicas, que por cierto nos recuerda mucho al ejercito de los muertos del Señor de los anillos. Nos cuenta como estando en los días previos a la batalla de las Navas de Tolosa en el año 1212. El rey de Castilla Alfonso VIII, dudoso de participar o no en la contienda, despertó una noche en su castillo alarmado por un estruendo atronador que procedía del exterior de las murallas. 

Al asomarse el monarca por la ventana, vio a un ejercito numeroso de caballeros espectrales, armados con cotas de malla y cascos. Montados en caballos esqueléticos que blandían viejos pendoles carcomidos por el tiempo. Eran los fantasmas de todos los grandes héroes de la España medieval, y de los guerreros que habían caído luchando en tiempos pasados contra el moro invasor. Habían despertado de su descanso eterno, saliendo de sus sepulcros para unirse a los vivos en la gran marcha de los tres reyes contra los infieles. Mostrando un ejercito de no muertos que caminaban sin dudarlo durante las noches hacia el campo de la batalla de las Navas de Tolosa.

Al verlos, Rey Alfonso VIII de Castilla, no dudó en la necesidad de unirse a ellos, Pues si hasta los muertos de los héroes habían despertado para salvar a España. Como podía no unirse al destino un rey vivo?. Así fue como el monarca demostró estar a la altura de sus antepasados, marchando hasta Andalucía, donde se unió con los reyes Sancho de Navarra y Pedro de Aragón. Combatiendo y venciendo en la que fue sin duda alguna, la madre de todas las batallas de la antiguedad... las Navas de Tolosa. 

Evidentemente, esto es solo una leyenda, que no tiene ninguna conexión con la realidad, pero que si utiliza arquetipos culturales existentes en la tradición y creencia popular, como es el "icono" del ejercito de los muertos, cuyos orígenes se remontan a las tradiciones y creencias paganas del mundo indoeuropeo. 

Y es que por raro y extraño que pueda parecer, lo cierto, es que tanto el romance fantasmal de Don Juan Tenorio, como la procesión de las animas, o como la leyenda de los templarios resucitados de Becquer, guardan una estrecha relacción entre si, que unen el presente cultural y antropológico de los actuales españoles, con los antepasados mas remotos de nuestro pueblo. 

La noche de difuntos se suele vincular con el Samhain de los celtas para justificar la tradición de Halloween. Argumentando normalmente, que tiene mas sentido Halloween que la noche de todos los Santos tradicional, pues los celtas celebraban una fiesta similar a la anglosajona, y en España hubo celtas antes que cristianos. Tristemente no es cierto, o al menos no es una realidad absoluta.

En efecto la noche de Samhain era una festividad pagana de los celtas, relacionada con el tiempo final de las cosechas y la muerte de la tierra frente a la llegada del invierno. 

Pero arqueológicamente no puede demostrarse que todo el mundo celta tuviera esta festividad en su calendario, estando posiblemente únicamente relacionada con el mundo de los britanos y de los galos. Pudiendo decirse casi con total seguridad, que en la Hispania celtica de la edad del hierro, no se celebró, o no tenemos ninguna evidencia del culto a la noche de Samhain, si bien es casi seguro que el culto a los muertos en esta fecha de año, se festejó de alguna u otra forma que desconocemos en la península, por tradición indoeuropea de las poblaciones proto celticas, y romanas.

¿Como llegó entonces el día de todos los santos a España?. Curiosamente solo podemos rastrear la festividad hasta la romanización de Hispania. Pues los romanos si celebraban el día de los difuntos como una fecha de honra a los antepasados que ya no vivían entre ellos. Concretamente tenían dos fiestas relacionadas con el tema tratado. Por un lado la Feralia, dedicada a los difuntos, y por otro la Ponoma, vinculada con la diosa de la agricultura. 

Seguramente estas festividades eran comunes a todos los pueblos indoeuropeos bajo distintas formas, y con la llegada de los romanos, se fusionó con el contextos cultural nativo, dando origen a una nueva creencia basada en el culto y la honra de los antepasados en la noche del 31 de Octubre al 1 de Noviembre.. cuando la tierra moría y llegaba el invierno, y cuando las cosechas se daban por finalizadas. 

Este era el tiempo en el que los difuntos llegaban desde el más allá para visitar a los vivos, y cenar junto a ellos en sus casas. Causa por la cual era costumbre hasta no hace mucho tiempo, poner plato y servir comida al ausente, en uno, o varios espacios de la mesa reservada para ellos. 

Esta creencia se mantuvo con mayor o menor presencia en toda la Europa tardo antigua y medieval, hasta que en el siglo VIII, el Papa Gregorio III decidió imponer una nueva fecha en el calendario cristiano. El 1 de Noviembre sería desde entonces para los cristianos, el día de los Santos mártires, tomando oficialidad y forma bajo el papado de Bonifacio IV. Es importante no confundir la fiesta con la de los "muertos". Pues en su origen cristiano, la noche de los difuntos, era la noche donde se rendía honor a los Santos y Martines que habían accedido al cielo. No a todos los difuntos en general,  como sí hacían los paganos. 

De cualquier forma, y nuevamente la fusión cultural de gentes paganas con tradiciones ancladas en el pasado, y el cristianismo emergente, darían origen tras miles de años de convivencia, a una nueva concepción cultural que llegó a nuestros días bajo la forma de la noche de las animas o día de los difuntos. 

Ese es el verdadero origen del día de los Santos actual. Tanto en Hispania, como en buena parte de los países mediterraneos. Una fecha que tiene parte del "Samhain" proto céltico primitivo, parte de la Feralia romana, parte del final de las fiestas de las cosechas, y parte de cristianismo. Incluso en el mundo anglosajón ocurre igual. Llegando a tradiciones como la de "truco o trato", la cual se remonta a una costumbre cristiana en el día de todos los santos. Pues la gente pobre de Inglaterra, recorría las casas de los mas adinerados recibiendo limosna en estas fechas. 

Llegados a este punto, y conociendo lo que conocemos, decir que nuestros antepasados celebraban algo similar a Halloween, porque la fecha tiene origen pagano, es simplemente mentir. La tradición del culto al mundo del terror, procede del capitalismo norte americano, y es una costumbre relativamente moderna, la cual no tiene mas de 100 o 150 años a lo sumo. No discuto si es bonita, divertida, o no. Solo señalo que no tienen nada que ver en la actualidad con el Samhain de los celtas, ni con nada que se le pareciera. Entre otras cosas, porque en el siglo XXI, aun no sabemos cuales eran los rituales y creencias religiosas de estas fechas por parte de pueblos de la edad del hierro (Celtas).

Y por otro lado, porque el mundo del terror y la concepción que hoy se tiene del día de todos los santos (Halloween) no pasa por recuperar el culto original de la fecha, que no es otro que rendir honor y recuerdo a los antepasados difuntos. Estando en este caso la fiesta pagana original, mucho mas cercana en su significado con la cristiana impuesta en el siglo VIII por el Papa Gregorio III, que con el Halloween norte americano actual. 

No obstante, no vamos a negar, que el mundo de los muertos y de las animas, siempre ha causado respeto y terror entre los vivos. Y por mucho honor a los muertos que se diera en estas fechas, no se podía ignorar igualmente, que las criaturas fantasmales también llegaban en la noche de los muertos. Así por ejemplo los romanos tenían a sus Lémures (fiesta de las Lemularia). Una especie de espectros malignos que llegaban a la tierra para poseer el alma de los vivos, llegando incluso a habitar sus casas para causarles la muerte. Inventando en consecuencia una serie de rituales y exorcismos para expulsar a los Lémures de los lugares que habitaban.  

Igualmente gran parte de las tradiciones populares que tenemos a día de hoy en España, siendo algunas de ellas expresadas y comentadas a inicios de este artículo, como las referidas a la Santa compaña, animas, o leyendas de Becquer. Surgen en el mundo rural medieval y de los siglos no muy lejanos, por miedo a lo desconocido, expresándose con mas fuerza en un contexto ya de por si sobrenatural, como es el día de los difuntos. 

A día de hoy, estando en un mundo globalizado como estamos, poca gente en España recuerda a Becquer, o a nuestros fantasmas culturales como la Estantigua Castellana. Todo el mundo abraza el Halloween de los norteamericanos. Las calles de nuestros pueblos y ciudades, ya no están habitadas por españoles, sino por gentes de mil países, que no sienten curiosidad por conocer la tradición nativa del pais al que llegan, sino la fiesta superficial que el sistema les entrega para hacer de ellos ciudadanos de un lugar llamado mundo... Así nace y crece el culto al Halloween, como causa efecto de un desarraigo cultural desde el presente, por la cultura identitaria propia de nuestros pueblos, mantenida viva hasta hace 50 años por abuelos y bisabuelos. 

Una cultura que desaparecerá absobida por la moda diseñada desde el sistema, para destruir toda identidad nativa diferente a los parametros de la globalización, que pretende crear ciudadanos del planeta humanidad, en lugar de respetar a los nativos de cada lugar. Un mundo mas pobre culturalmente, donde se viajara desde Wasington a Moscú, y todo el mundo celebrará las mismas fiestas, con los mismos disfraces, y los mismos colores.. Algo muy distinto a lo que nuestros antepasados conocieron y vivieron en sus festividades patronales...las cuales por otro lado, eran únicas, y propias de la población en cuestión. 

Por ello creo necesario en estas fechas, recordar a todos nuestros "fantasmas" y espectros patrios.. a nuestras leyendas, a nuestras tradiciones, a nuestro día de los difuntos, frente al Halloween globalista. Nosotros como españoles, tenemos el legado del Monte de las Animas, del Don Juan Tenorio, de las fiestas de Animas... Si nosotros las olvidamos, nadie las rescatará por nosotros en este cada vez mundo más globalizado. 

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